Salvemos Nuestro Ecosistema

Salvemos la DEHESA

Actualmente, una corriente de opinión en contra de la fiesta de los toros recorre a España, a mí personalmente, no me gustan las corridas de toros pero la respeto y la apoyo con todas mis fuerzas, y estos son mis motivos:
LA DEHESA.
¿Cómo se puede proteger un ecosistema tan valioso y natural?
No nos engañemos, haciéndolo rentable y la única forma que se mantenga tal y como está hoy es que se sigan criando los Cerdos Ibéricos y los Toros de Lídia, el principal recurso natural de este ecosistema, si no fuera por la cría rentable de estas dos especies ibéricas la dehesa desaparecería, pues desgraciadamente en esta sociedad todo lo que no es económicamente rentable tiende a desaparecer.
¿queremos que se conviertan, miles y miles hectáreas de dehesa en campos de cultivo?, o ¿en urbanizaciones de lujo?
Sólo recordar que una dehesa es un ecosistema que permite que vivan y se reproduzcan todas las especies autóctonas de la península ibérica, un ecosistema, un bosque antropogénico pero que mantiene al cien por cien la capacidad de servir como hogar a todas las especies propias de un bosque mediterráneo.
Desde aquí invito a todos esos parlamentarios que votan en sus parlamentos autonómicos la prohibición de las corridas de toros, que visiten esas dehesas extremeñas, salmantinas, andaluzas y portuguesas tan maravillosas y tan llenas de vida y se pregunten si creen que seguirían así si no fuera por el TORO BRAVO.
Pensar con la mente abierta todas las consecuencias de una decisión que a la larga va a conseguir todo lo contrario de lo que se pretende, con la intención de proteger a un individuo se esta condenando a toda una especie, típico del ser humano que sólo piensa en la protección del individuo sin pensar en cómo proteger a la colectividad. Si se prohibiera las corridas de toros sería el fin de la dehesa, y del toro bravo, ya todos los toros serían mansos pudiéndose criar en recintos pequeños (claro cumpliendo las normativas europeas de dos metros cuadrados por animal, si muy políticamente correcto.)
Pues no seamos irresponsables y apoyemos la fiesta de los toros regulada, con el menor daño posible, y no haciéndoles sufrir innecesariamente.